Los autores que han estudiado la agricultura española han puesto de re1ieve la importancia de las roturas para explicar el aumento de la producción que tuvo lugar en el siglo XVIII, Sin embargo, sus asertos se han basado en las apreciaciones de los contemporáneos y pocas veces en lo cuantitativo. Si bien la mayoría ha estimado conveniente que 1os testimonios han de dejar paso a las afirmaciones basadas en datos estadísticos porque sólo así, afirma Gonzalo Anes, «podremos saber a qué atenernos respecto de unos problemas que contribuirían a explicar el paisaje agrario de nuestros días los cambios operados en la economía y en la sociedad española en el tránsito del Antiguo al Nuevo Régimen».

Este libro pretende cubrir este vació historiográfico, La extensa e importante información documental conservada en el Archivo Histórico Nacional, completada con la que proporcionan fuentes de otros archivos y la bibliografía, ha hecho posible abordar con rigor este estudio,

La obra ha sido dividida en dos partes. En la primera se analizan las características de las fuentes consultadas y las roturas desde una perspectiva jurídica, económica y social, es decir, lo que disponen las leyes y ordenanzas municipales, las causas de las necesidades de tierras para, la labranza y los efectos de los rompimientos, el usufructo de la tierra roturada y algunos de los conflictos sociales que tuvieron lugar como resultado de la puesta en cultivo de nuevas tierras. En la segunda parte se investiga e1 reparto de las tierras concejiles como medida de reforma agraria tendente a solucionar algunos de los problemas planteados por el aumento del numeró de habitantes que tuvo lugar en el siglo XVIII, Se dan a conocer las leyes promulgadas y su grado de aplicación en distintos municipios.