Crecimiento económico y transformaciones sociales del País Vasco (1100-1850)
de Emiliano Fernández de Pinedo (Escritor)
Cubierta posterior: Desde la baja Edad Media hasta el final de la primera guerra carlista se extiende una amplia etapa, cuyas principales características, a pesar de importantes retoques, no se modificaron sustancialmente.
Unas condiciones geográficas poco propicias para el cultivo agrícola estimularon el desarrollo de un sector manufacturero importante; la supresión de todo tipo de gravámenes sobre el tráfico de importación-exportación favoreció la salida de las manufacturas propias así como la llegada de los granos necesarios; y la emigración de los elementos más desfavorecidos de las diferentes clases, al mismo tiempo que ayudaba a equilibrar la balanza de pagos, alivió las tensiones sociales.
El excedente generado por labriegos, ferrones y artesanos se captaba y concentraba en manos de los notables y de los comerciantes merced a la renta del suelo, al control del circuito comercial -tanto de los cereales como de los productos manufacturados, aquí a través del Verlagssystem-, a la usura y, en menor medida, a los tributos e impuestos. A fines del siglo XVIII y, sobre todo, a partir de la guerra de la Independencia, esta formación social, fuertemente minada por el crecimiento de las fuerzas productivas del siglo de las luces, empezó a resquebrajarse. El endeudamiento campesino y las guerras obligaron a vender los comunales; la pérdida de las colonias americanas y la competencia del hierro inglés desequilibraron la balanza comercial y de pagos.
La inexistencia de un sistema proteccionista eficaz suponía el fin de la industria siderúrgica tradicional y la ruptura del viejo equilibrio. En el segundo tercio del siglo XIX se produjo la dramática y violenta búsqueda de una nueva estructura.
Unas condiciones geográficas poco propicias para el cultivo agrícola estimularon el desarrollo de un sector manufacturero importante; la supresión de todo tipo de gravámenes sobre el tráfico de importación-exportación favoreció la salida de las manufacturas propias así como la llegada de los granos necesarios; y la emigración de los elementos más desfavorecidos de las diferentes clases, al mismo tiempo que ayudaba a equilibrar la balanza de pagos, alivió las tensiones sociales.
El excedente generado por labriegos, ferrones y artesanos se captaba y concentraba en manos de los notables y de los comerciantes merced a la renta del suelo, al control del circuito comercial -tanto de los cereales como de los productos manufacturados, aquí a través del Verlagssystem-, a la usura y, en menor medida, a los tributos e impuestos. A fines del siglo XVIII y, sobre todo, a partir de la guerra de la Independencia, esta formación social, fuertemente minada por el crecimiento de las fuerzas productivas del siglo de las luces, empezó a resquebrajarse. El endeudamiento campesino y las guerras obligaron a vender los comunales; la pérdida de las colonias americanas y la competencia del hierro inglés desequilibraron la balanza comercial y de pagos.
La inexistencia de un sistema proteccionista eficaz suponía el fin de la industria siderúrgica tradicional y la ruptura del viejo equilibrio. En el segundo tercio del siglo XIX se produjo la dramática y violenta búsqueda de una nueva estructura.
- Escritor
- Emiliano Fernández de Pinedo
- Colección
- Ciencias Sociales
- Materia
- España
- Idioma
-
- Castellano
- EAN
- 9788432301544
- ISBN
- 978-84-323-0154-4
- Fecha publicación
- 01-01-1974
- Páginas
- 502
- Ancho
- 13,5 cm
- Alto
- 21 cm
- Formato
- Rústica